Hay hombres con la delicadeza bruta de los pájaros.
Por mirarme abren el aire, deshilachan el viento.
Si me acerco a ellos, si logro acercarme,
me harán un corte invisible.
* * *
Hay días de lluvia y días en que la lluvia no cae.
Los gorriones estiran los cuellos y las mujeres levantan
los vestidos para refrescar sus rodillas, algunas con cicatrices,
otras como rocas filosas y sigue sin llover.
Los cuellos de los gorriones son cuerdas
para malabaristas tamaño gota, pero no suspires,
la humedad no regresa al cuerpo.
* * *
La fecundidad es asunto de flores. Puede pasarle a los poemas.
Hay que practicar para que salga una camada sin gastar
todo el polen.
Con los humanos es complejo. Apenas sale un hombre
después de largas horas de escritura.