Vivías en la luz aunque la niebla
envolvía tu rauda afirmación
del no.
La luz, la luz, la luz.
-
Escucha cuando todo
calla, amor.
Oirás el movimiento de mis párpados,
de estos ojos cansados de buscarte
por los mundos de luto que tú misma
esparces.
-
Qué clara
la voluntad de aquello que se entrega
a los ojos oscuros de lo que ama.
envolvía tu rauda afirmación
del no.
La luz, la luz, la luz.
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Escucha cuando todo
calla, amor.
Oirás el movimiento de mis párpados,
de estos ojos cansados de buscarte
por los mundos de luto que tú misma
esparces.
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Qué clara
la voluntad de aquello que se entrega
a los ojos oscuros de lo que ama.